viernes, 30 de enero de 2015

Guerra

Cada cosa, cada día, cada momento nos va dejando una sensación y un recuerdo diferente y disfrutamos estos incluso cuando no son más que sentimientos vagos y nublados que dejan una laguna en nuestra mente. 
No sacamos nada con pelear contra "cosas" que se generan solas en nuestra mente, ¿Por que pelear contra lo que no controlamos? Simple, porque nos gusta, nos encanta intentar controlar lo que no nos corresponde, nos gusta escabullirnos en pasillos sin salida, encasillarnos a no poder más, decir "no si yo puedo", ¿En serio? Es tan tonto como gritarle a las nubes mientras llueve. La inutilidad es símbolo de nuestra sociedad, domina nuestras aptitudes, controla nuestros movimientos y cada uno de nuestros pasos. 
Esta publicación es un enredo de temas, pero como ya no escribo nunca no me importa, voy a soltar todo lo que acumule. 
Es molesto ver como los días pasan y estamos ahí, sin hacer nada, pero es aun más molesto ver como el día se te pasa intentando hacer algo, peleando la misma batalla, perdiendo la misma guerra. 
Somos una guerra constante, hace más de dos años y es triste ver como todo se desgasto, como todo es diferente, pero bueno es obvio que nada es como antes, no podemos esperar que las cosas perduren por tanto tiempo sin ningún cambio, nosotros somos el fiel reflejo de eso. 
Libre... en verdad existe alguien libre, esa palabra da para un buen debate filosófico. Hasta la libertad tiene limites para si misma.
Ya, no más guerra entre yo y yo, es aburrido discutir sola, lo mejor es dejar lo que queda para otro día...